Todos modelamos nuestro pasado. |
Desde que existe la posibilidad de revisar sentencias de los tribunales utilizando los métodos de análisis del ADN, se ha podido descubrir que el 90 por ciento de los errores judiciales son atribuibles a fallos cometidos por un testigo ocular, y sobre todo a la credibilidad de la que gozan. La transferencia inconsciente (situar en otro lugar un suceso o atribuírselo a una persona distinta), los errores de conjunción (fusionar dos recuerdos en uno) o los errores de ligamiento (confundir algo que hemos hecho o visto con algo que únicamente hemos imaginado), son solo tres de las trampas más habituales que nos hace nuestra memoria. Es algo que sabemos, en el fondo, por propia experiencia. Todos modelamos nuestro pasado casi sin darnos cuenta y generalmente no logramos que concuerde con los recuerdos de nuestros parientes o amigos.
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