Un árbol sin raíces está condenado a muerte |
El cardenal Robert Sarah, en una entrevistado concedida a la revista belga Cathobel, manifestaba que “no solamente Occidente está perdiendo su alma, sino que está suicidándose, porque un árbol sin raíces está condenado a muerte”. “Creo que Occidente no puede renunciar a las raíces que han creado su cultura y sus valores”. Tras citar situaciones “asombrosas”, como que los parlamentos “autoricen la muerte de un niño inocente e indefenso”, augura que “si Occidente, si Europa renuncia absolutamente a su identidad cristiana, la faz del mundo cambiará trágicamente”.
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