La experiencia clínica acumulada en el tratamiento de enfermos de depresión temporal o prolongada sugiere que es más eficaz ayudar a la persona deprimida a moverse otra vez y a establecer de nuevo contacto con experiencias positivas de la vida, que empeñarse en remontar el curso de la depresión en busca de sus orígenes, dice el profesor y psicólogo Manuel J. Smith.
Una vez suprimida la medicación, escribe Smith, pedí a Don que escribiera una lista de las cosas que le gustaba hacer cuando no estaba deprimido. Le encargué luego, específicamente, que se dedicara por lo menos a dos de aquellas actividades cada semana, que se obligara a ello, si era necesario, por más deprimido que se sintiera. Además, cada vez que tuviese la impresión de que cometía algún error en su trabajo o en la vida social, no debía incurrir de nuevo en su pasado hábito de huir de la situación demorándose en sus sentimientos de depresión y buscando la soledad o encerrándose en su casa. Al contrario, debía terminar lo que estaba haciendo o continuar la actividad en la que estuviese ejercitándose, aunque su reacción inmediata le empujara a abandonarlo todo. La ejecución de ese programa terapéutico permitió a Don librarse, en cuatro semanas, de su depresión crónica de cinco meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario