Mijaíl Koltsov |
El corresponsal del Pravda, Mijaíl Koltsov, llegó a la Península el 8 de agosto de 1936, permaneciendo en ella hasta el 6 de septiembre del año siguiente. Koltsov era un hombre menudo, inteligente y locuaz, a quien Ernest Hemingway retrató bajo el nombre de Karlov en su célebre novela “Por quién doblan las campanas”. El escritor Jose María Zavala no duda en manifestar que fue él quien advirtió a los dirigentes comunistas del peligro que suponía para los intereses de la República que los numerosos presos fascistas pudiesen alistarse en las filas nacionales si estas ocupaban Madrid. En su entrevista con el Comité Central del Partido Comunista, instó a sus miembros a que se fusilase a los reclusos de las cárceles madrileñas, en un claro anticipo de las matanzas de Katyn.
Paracuellos. Pintura de Carlos Sáenz de Tejada |
Los consejos de Koltsov fueron seguidos al pie de la letra por el entonces consejero de Orden Público en la Junta de Defensa de Madrid, el comunista Santiago Carrillo Solares. Centenares de presos, entre ellos el comediográfo Pedro Muñoz Seca, acabaron así fusilados y enterrados en fosas comunes en Paracuellos del Jarama. El historiador británico Hugh Thomas no dudaba en afirmar que Koltsov era un agente personal de Stalin, en contacto directo con el Kremlin.
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