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domingo, 13 de julio de 2025

Por más que lo ponga a prueba, va a seguir creyendo

Para el rabino Abraham Skorka “el hombre religioso, aun en las peores circunstancias, va a continuar hablándole a Dios, como ocurrió con miles de personas que entraron en la cámara de gas en la que iban a morir gritando: “Oye Israel, el Eterno nuestro Dios, el Señor es uno”, que es nuestra proclama de fe. Pese a todo, seguían creyendo en Él. En nuestro ritual de oraciones para el Día del Perdón, incluimos un relato acerca de un escrito que se encontró entre las ruinas del gueto de Varsovia, donde el autor cuenta que murieron su mujer y sus hijos y él es el único sobreviviente de su familia. Se dirige a Dios con mucho dolor y en uno de los párrafos le dice que por más que lo ponga a prueba de esa manera, va a seguir creyendo en El. Ésa es la verdadera fe.

jueves, 18 de octubre de 2018

Hambrunas críticas han caracterizado el siglo XX.

Bolcheviques requisando grano a campesinos. 
Hambrunas críticas han caracterizado al siglo XX. En efecto, el siglo de los grandes avances médicos, en el cual la esperanza de vida se duplicó, fue también la época de las mayores emergencias por hambre de las que se tiene noticia, dice el historiador alemán Jürgen Osterhammel. En la Unión Soviética en 1921-1922 y 1932-1934, en Bengala en 1943, en el gueto de Varsovia en 1941-1942, en Leningrado durante la ocupación de las tropas alemanas (1941-1944), en los Países Bajos en el invierno de 1944-1945, en China de 1959 a 1961, en el Sudán en 1984-1985.

Los efectos de estas hambrunas críticas son los mismos en todas las culturas. Personas de todas las edades se alimentan cada vez peor y en menor cantidad, hierbas, cortezas de árbol, animales sin limpiar. Se adelgaza hasta quedar convertido en esqueleto. Es casi inevitable que surjan problemas adicionales como el escorbuto, sobre todo allí donde (como en Irlanda) se estaba acostumbrado a dietas ricas en vitaminas. La urgencia de sobrevivir destruye los lazos sociales e incluso los familiares, confirma Osterhammel. La lucha por la comida enfrenta a los vecinos entre sí. Los adultos se suicidan, a los niños se los vende, no hay defensa contra el ataque de los animales.
El canibalismo forma una línea recta con la desesperación. Los supervivientes quedan traumatizados, los niños de una generación hambrienta suelen padecer daños físicos, los gobiernos a los que se reprocha la culpa original o la falta de ayuda suficiente suelen quedar desacreditados durante décadas. Los recuerdos se apelotonan en la memoria colectiva.

sábado, 7 de abril de 2018

Los hombres que concibieron Auschwitz habían sido educados para leer a Shakespeare y a Goethe.

Gueto de Varsovia.
En el gueto de Varsovia, un niño escribió en su diario: “Tengo hambre, tengo frío; cuando sea mayor quiero ser alemán, y entonces ya no volveré a tener hambre, ni volveré a tener frío”. El extremo último de la barbarie política surgió del meollo de Europa. Dos siglos después de que Voltaire hubiera proclamado su final, la tortura volvió a ser un procedimiento normal de acción política. No es sólo que la difusión general de valores literarios, culturales, no pusiera freno alguno al totalitarismo; sino también que en ciertos casos notables los santos lugares de la enseñanza y del arte
Auschwitz 
humanista acogieron y ayudaron efectivamente al terror nuevo, dice George Steiner. La barbarie prevaleció en la tierra misma del humanismo cristiano, de la cultura renacentista y del racionalismo clásico. Hombres que concibieron y administraron Auschwitz habían sido educados para leer a Shakespeare y a Goethe, y no dejaron de leerlos. Hombres que lloraban con Werther o con Chopin se movían en un infierno material.