martes, 2 de septiembre de 2025

La corrección política en el ámbito de la escuela rompe con la dinámica de confianza entre el centro y los padres

Pablo Nuevo, profesor de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona manifiesta en una entrevista que cualquiera que no esté excesivamente cegado por la ideología estará de acuerdo en que, salvo en casos patológicos, los padres quieren más a sus hijos que un funcionario que no los conoce. Pero el fenómeno de la corrección política, al intentar conformar ideológicamente las percepciones que tienen los menores sobre la realidad, invierte este proceso. Señala que le corresponde al poder público definir cuál es el interés superior del menor, y, como segundo paso, aquellos padres que no respondan conforme a esta definición tendrán que ser coaccionados, reprendidos o corregidos. Así, por ejemplo, se proscribe la intervención de los padres en casos en que un adolescente, en un momento de confusión, manifieste alguna duda sobre su identidad.
Al proyectar la corrección política en el ámbito de la escuela rompe con la dinámica de confianza entre el centro y los padres. La familia ya no podrá confiar en que la escuela atenderá a su hijo de acuerdo a sus convicciones, porque esta tendrá la espada de Damocles.¿Respalda el proyecto educativo que ofreció a los padres y que libremente han elegido o cumple con la imposición del poder? Puede aparecer fuerte, pero, como toda ideología aparentemente dominante, pero basada en una gran mentira, tiene los pies de barro. Lo que exige de nosotros es, primero, nunca mentir, afirmar siempre la realidad y no caer en la autocensura. Segundo, comprender que es un fenómeno cultural, pero también político. Y, por tanto, la respuesta debe ser cultural y política.


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