Richard V. Reeves,académico del think tank Brooking Institution, explica qué de 100 estudiantes graduados en Estados Unidos 74 son mujeres, la mayor caída del empleo se da entre hombres de entre 25 y 34 años o cómo tres de cada cuatro "muertes por desesperación" (suicidio y sobredosis ) son de hombres.
Susan Faludi, ganadora del Premio Pulitzer, habla del sentido de dislocación, desorientación e incertidumbre que sienten muchos hombres. "¿Cuál es mi rol en la vida? ¿Soy realmente necesario?", se preguntan. Las mujeres tenían la sensación de que sus habilidades no estaban siendo usadas, muchas no tenían claro cuál era su lugar en el mundo, se sentían aisladas y minusvaloradas por la sociedad. Era una desesperación silenciosa.Y lo que hace es un paralelismo con la situación de los hombres en el mundo moderno.Sugiere que los hombres, en especial de clase trabajadora, no se sienten valorados por la cultura mainstream o por las principales instituciones. Muchos no se ven necesarios, se sienten dislocados y desorientados, inseguros sobre su valor para la sociedad. Y tiene que ver con que han perdido su rol tradicional y no han encontrado uno nuevo.
No he encontrado, manifiesta Richard V. Reeves,a nadie que defienda el concepto de masculinidad tóxica y realmente pueda definir la masculinidad no tóxica.Dicen: "No estoy en contra de la masculinidad, sino de la masculinidad tóxica". Y yo pregunto: "Bien, y entonces, ¿qué es la masculinidad no tóxica?". Responden: "Liderazgo, coraje, el ser emprendedor, asumir riesgos".Y tan pronto como dicen eso, les cuestiono: "Espera. ¿Estás diciendo que las mujeres no pueden ser valientes, que no pueden ser líderes? ¿Qué estás diciendo? ¿Que los hombres son mejores líderes que las mujeres?". No lo puedes decir, así que terminas no diciendo nada. Es por eso que es una categoría vacía.Si la masculinidad no tóxica es una categoría vacía y la masculinidad tóxica completa, entonces lo que estás diciendo es que la masculinidad en gran medida es tóxica. Incluso las escritoras feministas están pidiendo que se deje de usar el término, porque está arrastrando a los hombres hacia el alt-right (la derecha alternativa, un movimiento más o menos heterogéneo de extrema derecha y nacionalista blanco). Es una terrible herramienta de reclutamiento.Me costó años darme cuenta, dice Reeves, que Donald Trump me recordaba a alguien, y que ese alguien era mi hijo de 14 años o yo mismo cuando tenía 14 años. La suya es una masculinidad adolescente.Que ese modelo de masculinidad adolescente atraiga a cierta gente solo demuestra que en algo hemos fallado, y nos debería preocupar. Y es que, entonces las opciones son o negar la masculinidad del todo y considerarla tóxica, o jactarse de este tipo de masculinidad de pecho ancho, propio de aquel "que las agarra del coño". ¿No hay término medio? ¿En serio?
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