“No existe la figura delictiva del derroche de dinero público”, manifiesta la fiscalía General del Estado (España). Daniel Lacalle, profesor de Economía Global y Finanzas, explica que el Tribunal de Cuentas, europeo y nacional, estima que en el coste de las obras públicas licitadas existe una desviación media sobre lo presupuestado cercana al 20 %. Nos parece normal leer que un hospital en Toledo, presupuestado en 299 millones, lleva gastados 362 millones con un 34 % de la obra ejecutada. El Puente de Castilla la Mancha, en Talavera de la Reina, es uno de mis hitos burbujeros preferidos. Menos de 90.000 habitantes, pero el segundo puente más alto de Europa, con un coste presupuestado de 60 millones que ha superado los 200 millones de euros y un coste de mantenimiento anual que se va triplicando cada tres años, debido a las inspecciones técnicas que deben realizarse, algunas en Suiza. Leemos que desde el año 2004 ninguna obra civil se ha terminado dentro de lo presupuestado, o por debajo, y nadie se rasga las vestiduras. El sobrecoste no es problema. Que lo pague otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario