Escribe Kate Atkinson en Esperando noticias:En Kenia, donde probablemente no había agua suficiente para que la gente que vivía allí pudiera beber, no digamos ya para regar, cultivaban flores y luego las mandaban en aviones que desprendían toneladas de dióxido de carbono en la atmósfera. Eso no estaba bien, pero ella necesitaba flores.
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