Estaban desapareciendo imperios enteros, ciudades y culturas, millones de personas sufrían y morían en situaciones horrorosas. Todo el mundo, en todas partes, guardaba luto por sus seres queridos, un marido, un hijo, un padre, un amante. La boticaria del barrio de Krisztina, sin embargo, guardaba luto por su mascota……. Es seguro que la farmacéutica había exagerado al guardar luto por su perro. Sin embargo, la gente no escoge con la razón, en la terrible soledad de la vida, a quién amar o a quién odiar.( ¡Tierra, tierra! de Sándor Márai)
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