“El idioma no se inventa, se hereda”, escribe el colombiano Fernando Vallejo. Este ensayista y novelista muestra cómo el lenguaje literario de cualquier novela contemporánea es heredero de la Odisea, la Ilíada o la Divina Comedia… aunque el autor del que se trate ni siquiera haya leído estas obras; cómo las fórmulas del estilo y la belleza se transmiten entre los novelistas al través de los siglos, en una multitud de influencias y conexiones. El poeta Luis Rosales dibujó esa misma idea, pero con estas letras: “La palabra que decimos / viene de lejos, / y no tiene definición, / tiene argumento. / Cuando dices: ‘nunca’, / cuando dices: ‘bueno’, / estás contando tu historia / sin saberlo”.
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