Amintore Fanfani |
“¿Queréis el divorcio? Ahora debéis saber que luego vendrá el aborto, y después el matrimonio entre homosexuales”, profetizó en 1970 Amintore Fanfani, secretario general de la entonces poderosa Democracia Cristiana italiana cuando se discutía la aprobación de la Ley del Divorcio. No se equivocó Fanfani, efectivamente, tras el divorcio los italianos han querido aprobar todo aquello que él auguraba. Entonces, en 1970, tras una polémica enorme y una última e interminable jornada de debate parlamentario, Italia aprobó una ley que iba en contra de ideas cristianas. Al entonces Papa, Pablo VI, la noticia le pilló en Australia. No le gustó la buena nueva al Pontífice, que en su encíclica Humanae Vitae de 1968 ya había prohibido el uso de los anticonceptivos.
La web Vatican News titulaba así las palabras del papa Francisco en el transcurso de una audiencia con defensores de la vida: “El aborto y la eutanasia, una muy mala costumbre de matar”. “La eutanasia es un crimen contra la vida. Incurable no es nunca sinónimo de ‘in-cuidable’. Quien sufre una enfermedad en fase terminal, así como quien nace con una predicción de supervivencia limitada, tiene derecho a ser acogido, cuidado, rodeado de afecto. La Iglesia es contraria al ensañamiento terapéutico, pero reitera como enseñanza definitiva que la eutanasia es un crimen contra la vida humana”, dice un escrito de la Congregación por la Doctrina de la Fe aprobado por el Papa de septiembre de 2020.
“El papa Benedicto XVI decidió que, a partir del 1º de enero de 2009, el Vaticano ya no adoptará automáticamente las leyes aprobadas por el Parlamento italiano. Todas las leyes italianas serán examinadas una por una antes de que se adopten. Bajos los Pactos de Letrán, firmados en 1929 entre el entonces Reino de Italia y la Santa Sede, las leyes italianas se aplicaban automáticamente”, recoge una crónica de aquel día de la BBC. Los analistas señalan que el Vaticano quería blindarse ante posibles aprobaciones de leyes como el matrimonio gay, la eutanasia, el divorcio… que afectaran a su régimen interno.
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