La guerra marítima con Gran Bretaña hasta 1808 y la devastadora ocupación posterior del país por Napoleón habían destruido la flota y el comercio español, y muchas vidas y bienes. El país se desangraba, y los posteriores Gobiernos hubieron de cuadrar cuentas contratando préstamos a intereses de usura, lo que tuvo como resultado una crisis fiscal que se fue agravando con los años, a medida que los ingresos del Estado se dedicaban a pagar los intereses de la deuda, dejando poco para otros menesteres. Cinco guerras civiles en el siglo XIX, en especial la primera Guerra Carlista de 1833 a 1839. España estaba inmersa también en una serie de conflictos coloniales en África, América y Asia y, para financiar todas estas guerras, vendía propiedades del estado, derechos de explotación minera, concesiones de monopolios y cualquier otra cosa que le ayudara a mantener la solvencia, pero nada era bastante. El Gobierno de Madrid aumentó los impuestos y emitió bonos a intereses más altos, adjudicando al Estado fondos que de otra forma hubieran sido destinados a la industria, la agricultura y el consumo. Tal era la receta de España contra el estancamiento, en una era marcada por un crecimiento sostenido en el resto de Europa occidental.
En 1861, Haití preparaba una invasión de la República Dominicana y los dominicanos decidieron acogerse a la protección española, renunciando a su independencia a cambio de ayuda militar. España conjuró rápidamente la amenaza haitiana, pero en ese momento los dominicanos decidieron que en realidad no querían volver a ser súbditos de la monarquía española. Esta segunda guerra dominicana no les fue demasiado bien a los españoles, puesto que ahora no combatían a un ejército invasor, sino a tropas dominicanas irregulares que defendían su propio territorio en una guerra que se libraba en la jungla. Las tropas españolas combatieron aceptablemente bien, pero perecieron casi ocho mil soldados a causa de la malaria, la fiebre amarilla y otras enfermedades, mientras que otros dieciséis mil, enfermos o heridos, tuvieron que ser evacuados. El 11 de junio de 1865, España renunciaba a la República Dominicana.
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