Afirma un proverbio hindú, ningún hombre es nuestro enemigo, todos son nuestros maestros. Esto es así en el sentido de que los demás siempre nos pueden enseñar algo. Unos, a obrar como es debido porque son estupendos referentes dignos de imitación y nos marcan rutas de felicidad; otros, por el contrario, con sus errores, miserias y maldades nos advierten del peligro, de los caminos de perdición que nunca debemos tomar. En esta vida es fácil morir. Construir la vida es mucho más difícil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario