*“Según admite el don Juan de Moliere, la delicia del amor consiste en el cambio incesante. El secreto de las conquistas del Don Giovanni de Mozart, según opina Kierkegaard, es el don de terminar de inmediato y de hacer borrón y cuenta nueva.Don Giovanni se halla en un estado de creación perpetua de sí mismo. Según la opinión de Ortega y Gasset, Don Juan/Don Giovanni constituía una auténtica encarnación de la espontaneidad de la vida, cosa que le convertían en manifestación principal del malestar básico, de las preocupaciones y ansiedades de los seres humanos modernos. Todo ello impulsó a Michel Serres (en “La aparición de Hermes” en su Hermes) a nombrar a don Juan primer héroe de la modernidad. Haciéndose eco del consejo de Camus (que observó que a un seductor al estilo donjuanesco no le gusta mirar retratos), Beata Frydryczak, perspicaz filósofa de la cultura, ha observado que como lo que cuenta para este héroe de la modernidad es el “aquí y ahora”, el instante fugaz, no puede ser un coleccionista. En el caso de que coleccionara algo, serían sensaciones, emociones, experiencias. Y las sensaciones son por naturaleza tan frágiles y de tan corta vida, tan volátiles, como las situaciones que las desencadenan. La estrategia del carpe diem es una respuesta a un mundo desprovisto de valores que pretende ser duradero.”
“Los proyectos a los que uno juraría lealtad de por vida una vez elegidos y seleccionados (sólo hace medio siglo que Jean-Paul Sartre recomendaba projets de la vie) tienen mala prensa y han perdido su atractivo. Si se presionara a la mayoría de la gente, los definirían como contraproducentes y en ningún caso como elección que harían de buena gana.”
*Identidad de Zygmunt Bauman
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