No hay que olvidar a Edith Stein, a Maximiliano Kolbe, a Tito Brandsma y a los miles de obispos, sacerdotes y católicos en general muertos en los campos de concentración, pero tampoco tendríamos que olvidar las palabras de monseñor Saliège (1942): “Los judíos son hombres. Las judías son mujeres. Forman parte del género humano. Son nuestros hermanos como tantos otros. Un cristiano no puede olvidarlo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario