Hace más de una década en China idearon un método para evitar el fraude fiscal. Querían que los comercios pagaran sus impuestos y crearon unas máquinas registradoras precintadas que el Gobierno entregaba a los comercios y cada vez que se hacía una transacción quedaba grabada y se pagaban impuestos.El problema era cómo lograr que la gente pidiera su recibo, ya que no hay incentivos para ello. Y la solución fue muy simple, cada recibo era un "rasca y gana", el cliente rascaba su recibo y podía recibir un suculento premio económico. El sistema empezó en 1998 en una ciudad, en 2002 ya funcionaba en 80 ciudades y hoy en día en prácticamente todo el país. El sistema de lotería ha ayudado mucho a reducir la evasión fiscal y por tanto la recaudación de China ha aumentado espectacularmente.
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