—Di el nombre de un héroe que fuera feliz. Me detuve a considerarlo. Heracles se volvió loco y acabó matando a su familia. Teseo perdió al padre y a la novia. Los hijos de la nueva esposa de Jasón fueron asesinados por los de la primera. Belerofonte mató a la Quimera, sí, pero acabó tullido al caerse del lomo de Pegaso, el caballo alado. —No eres capaz. —Se incorporó y se inclinó hacia delante. —No. —Lo sé. Nunca te dejan ser famoso y feliz. (La canción de Aquiles de Madeline Miller)
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