Se ha rogado al Papa y a la Iglesia universal para que hablen en defensa de los huérfanos, niños con discapacidades mentales y físicas , que son entregados a las estructuras estatales. El gobierno chino ha decretado el cierre de todos los orfanatos católicos. No solo es un daño para estos niños, sino que también es un daño para la Iglesia, porque el objetivo es suprimir lo más posible la visibilidad de la fe y sus obras. La reflexión sobre los orfanatos clausurados lleva al P. Wendao a replantearse el entusiasmo por el Acuerdo provisional de China-Vaticano. El P. Wendao es un sacerdote del norte de China.En los últimos tiempos han aparecido muchas noticias sobre la clausura o supresión de hogares para niños discapacitados o huérfanos que administra la Iglesia Católica. Algunos de los casos más recientes son el hogar San José para niños discapacitados en Renqiu, Xianxian (diócesis de Cangzhou) y el hogar Liming (del amanecer) en Zhaoxian, ambos en Hebei. También hay noticias sobre los orfanatos católicos de Zhangjiakou y Zhengding, también en Hebei. Hace dos años sucedió lo mismo con un orfanato en Baoji (Shaanxi), atendido por las Hermanas del Sagrado Corazón. Muchos chinos miran estos hogares para niños discapacitados con respeto y amor; mucha gente los visita y ayuda en el servicio, dando buenos frutos de amor en la Iglesia y en la sociedad. En estos lugares la gente aprende a cuidar y respetar a los "pequeños" de Dios.
El gobierno no solo ignora el maravilloso aporte y el servicio social de alta calidad que ofrece la Iglesia Católica, sino que lo está destruyendo. Las autoridades ordenaron a las religiosas que cierren los orfanatos y trasladen a los niños huérfanos y discapacitados que estaban con ellas a instituciones estatales. Cabe señalar que estas personas son los mismos representantes del gobierno que en el pasado consideraban que el registro de la identidad de esos niños era una molestia y no tenía sentido. ¿Qué sucedió? ¿Han cambiado, se han vuelto bondadosos de la noche a la mañana? Está claro que el propósito del gobierno no es servir a los niños abandonados, sino seguir las órdenes políticas de sus superiores, hacer todo lo posible para reducir la influencia de la Iglesia católica en China. Por eso, ya sean los servicios sociales o la vida de la Iglesia, el gobierno lo está reprimiendo todo sin descanso, o imponiendo medidas de control.
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