vender ideas |
Si es posible vender bienes en el mercado, también pueden venderse las ideas, y sobre todo las ideas sobre las que se sustentan las políticas. La mercadotecnia moderna ha enseñado el arte y la ciencia de condicionar las percepciones, y para quienes cuentan con los recursos suficientes, en su inmensa mayoría los ricos, también hay herramientas para lograrlo.
palabras |
Sea cual sea la forma en que se difunden las ideas, gran parte de la batalla se centra en la forma de encuadrarlas; y en esa batalla, las palabras son cruciales. Las palabras que utilizamos pueden transmitir nociones de equidad, legitimidad, sentimientos positivos; o también pueden transmitir nociones de división, egoísmo e ilegitimidad. Las palabras también encuadran las cuestiones en otros aspectos. En la jerga estadounidense, socialismo es afín a comunismo, y el comunismo es la ideología contra la que lucharon durante sesenta años, y a la que no consiguieron derrotar hasta 1989, con la caída del muro de Berlín. De ahí que etiquetar algo como socialista sea el beso de la muerte.
Dostoievski fue un hombre de profundas convicciones |
En las sociedades democráticas, incluso teniendo en cuenta el poder de los ricos para controlar los medios y condicionar las percepciones, es imposible suprimir completamente las ideas. Y cuando esas ideas resuenan en la mente de tantos ciudadanos, pueden adquirir vida propia. Muchos individuos perciben o recuerdan únicamente las evidencias que concuerdan con sus convicciones iniciales.
percepción pública |
En la política, las percepciones son cruciales. En cada uno de los bandos, los ideólogos más fervientes eligen cuidadosamente los ejemplos y extraen de ellos amplias generalizaciones.De una forma o de otra, tienen que integrar al resto de la sociedad para que favorezca su agenda.Los poderosos manipulan la percepción pública apelando a la equidad y a la justicia.
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