Jim Reid, estratega de Deutsche Bank, junto a un equipo de cuatro investigadores,manifiestan que estamos entrando en la era del desorden. "A medida que avanza la era del desorden, creemos que uno de los mayores problemas será la tensión política entre Estados Unidos y China. De hecho, esto debería caracterizar la era del desorden, puesto que China ha estado en el corazón de la segunda era de la globalización”. El proteccionismo, la relocalización de sectores clave y el domino de China como mayor potencia del mundo serán una realidad.
En el caso de Europa, consideran que "el desorden parece inevitable, pero no necesariamente será malo. De hecho, la pandemia ha creado un nuevo impulso para una mayor integración. La pregunta es si Europa puede aprovechar este progreso, reiniciar su economía y avanzar hacia una senda de crecimiento sostenible, o seguirá sumida en el estancamiento económico y la agitación política. La preocupación es que este último escenario conduzca a una mayor fragmentación”.
"En un entorno de mayor endeudamiento e incluso más impresión de dinero, nos queda bastante claro que más desorden y caos en los mercados financieros será algo habitual del panorama macroeconómico que viene”. "El impacto de la desinflación es obvio, especialmente a corto plazo, pero en teoría la respuesta política (más gasto y estímulos monetarios) puede seguir siendo un factor de cambio para una mayor inflación en el futuro. De cualquier forma, esperamos un período en el que la inflación pase más tiempo fuera del objetivo. Creemos que la inflación dominará a medida que avance la década, pero ambos fuerzas traerán desorden en relación con la estabilidad vivida en la era de la globalización”.
Desorden e incertidumbre. Proteccionismo, guerras frías, mucha deuda, volatilidad en los precios, tecnología por todas partes y lucha de clases y generaciones, son algunas de las características que darán forma a esta nueva era.
No hay comentarios:
Publicar un comentario