viernes, 20 de noviembre de 2020

El Papa nunca habla de que la unión civil de dos homosexuales sea matrimonio


Francesco, un documental sobre el Papa Francisco, del director ruso Evgeny Afineevsky, judío no practicante, que recoge una serie de entrevistas sobre algunos de los principales temas del pontificado de este Papa. En el documental el Papa nunca habla de que la unión civil de dos homosexuales sea matrimonio, porque no lo es. El matrimonio es la unión de un hombre y de una mujer que da origen a la familia. La complementariedad de los sexos y la fecundidad en la unión sexual pertenecen a la propia naturaleza del matrimonio. En la unión de dos homosexuales no hay hijos, pues por propia naturaleza dos homosexuales no pueden engendrar hijos, como tampoco corresponde la adopción a esa unión civil. Esa unión no da origen a la familia. El Papa Francisco ha afirmado que tienen derecho a estar en una familia, no habla de derecho a crear una familia.



El Papa Francisco apoya las uniones civiles de homosexuales, para que esta afirmación pueda entenderse bien, habría que añadirle, para que no se confunda con el matrimonio.“Lo que tenemos que hacer es crear una ley de unión civil. De esa manera, están cubiertos legalmente”. “Hay que distinguir entre una persona gay y el lobby gay. Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”, afirmó el Papa en su primera conferencia de prensa, tras su elección.“Equiparar legalmente las relaciones entre personas del mismo sexo con los matrimonios heterosexuales sería una regresión antropológica”, declaró el Papa en su libro “Sobre el cielo y la tierra”, del año 2013. “Cuando una persona que tiene esta condición va ante Jesús, Jesús no le responderá: Vete porque eres homosexual, no”. Siendo Arzobispo de Buenos Aires, mostró una fuerte oposición a la ley del matrimonio homosexual.



“Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la Cruz del Señor las dificultades que puedan encontrar a causa de su condición” (Ref. Catecismo de la Iglesia Católica, pto. 2358). Es injusta la aprobación de las relaciones homosexuales como es injusta la discriminación de las personas homosexuales. Tener tendencias homosexuales no es pecado; ejercitar la homosexualidad, sí.


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