desastre nuclear de Fukushima-Daiichi |
El desastre nuclear de Fukushima-Daiichi provocó que todas las centrales nucleares del país, responsables hasta entonces del 30% de la electricidad consumida, se cerraran. En mayo de 2012 Japón se despedía de la energía nuclear. Un estudio realizado por el Instituto IZA analiza la cadena de acontecimientos desencadenados tras el desastre y concluye que el frío, y no los niveles de radioactividad, fue la causa de más de 1.280 muertes en los tres años posteriores a la catástrofe. El apagón nuclear obligó a recurrir a centrales térmicas, lo que repercutió al alza en la factura de la luz y reduciendo el consumo. La gente encendió menos la calefacción y murió de frío por las bajas temperaturas. El estudio halla una clara correlación entre el encarecimiento de la luz y el gas y el descenso del consumo durante los años posteriores. Entre 2012 y 2013 se registraron caídas de hasta el 8%, con una media del 4,9% en los meses de invierno.
El frío, y no los niveles de radioactividad, fue la causa de más de 1.280 muertes |
El titulo del estudio es "Cautela con el Principio de Precaución: la evidencia del accidente nuclear de Fukushima Daiichi". Se refiere a una política preventiva que aboga por detener cualquier acción cuyas consecuencias se desconocen o no se comprenden del todo. Es lo que sucedió en Fukushima. La conclusión más evidente es que la política energética tiene un impacto directo en nuestras vidas, y que el alcance de las medidas no siempre es evidente a primera vista. En el caso de la nuclear, el alto grado de dependencia de Japón generó consecuencias indeseadas.
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