Para el papa Francisco “la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes es una regla de oro del comportamiento social y el primer principio de todo el ordenamiento ético-social”(LS, 93). “Las propiedades y el dinero son instrumentos que pueden servir en la misión. Sin embargo, fácilmente los transformamos en fines, individuales o colectivos. Y cuando esto sucede, se atacan los valores humanos esenciales”
“Cuando la obsesión de poseer y dominar excluye a millones de personas del acceso a los bienes más esenciales; cuando la desigualdad económica y tecnológica es tal que hiere el tejido social; y cuando la dependencia de un progreso material ilimitado amenaza la casa común, es entonces que no podemos quedarnos mirando, de brazos cruzados. No, esto es desolador.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario