domingo, 2 de agosto de 2020

La transformación de Santa Sofía en mezquita



El escritor Kamel Abderrahmani manifiesta que la maniobra de transformar Santa Sofía en mezquita tiene una dimensión política interna y externa. Interna: tras perder Estambul, que pasó a estar en manos de la oposición en las últimas elecciones municipales, y teniendo en mente las elecciones del 2023, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se asegura el apoyo de un electorado fundamentalista-religioso, que siente nostalgia de la era otomana. Externa: desde el punto de vista simbólico, el asunto de la Basílica de Santa Sofía constituye un nuevo y claro mensaje del islam político, dirigido a Occidente: dominar y someter, ¡siempre y como sea! Dicho en otros términos: ¡Erdogan quiere explorar hasta qué punto puede llegar en su provocación y marcar límites! Callar frente a estas maniobras es una forma de abdicar, “decir frente a todos que él es libre de hacer lo que le plazca”.

Esta medida, añade Abderrahmani, pone de relieve cuán peligrosa puede ser la instrumentalización de la religión, un aspecto que de una manera u otra, siempre crea tensiones y prepara el terreno a nuevos conflictos identitarios que bien se podrían evitar. En otras palabras, cuando en un contexto domina el islam político, la paz desaparece y con ella, la fraternidad y el respeto por las otras religiones. 

Ibrahim Negm
Ibrahim Negm, del Consejo del Gran Muftí de Egipto, equipara la decisión del presidente turco a “un peligroso juego político”. Esta confirma que cada vez que el islamismo llega al poder en un Estado democrático y laico, le declara la guerra a la civilización, a las culturas y a las otras religiones, afirma Abderrahmani.

El Papa Francisco declaró que “el pensamiento se dirige a Estamul; pienso en Santa Sofía y estoy muy dolido”. Los periódicos franceses han traducido “dolido” como “afligido” (AFP); “golpeado” (IMedia); “apenado” (Le Parisien); “consternado” (France 24). Todas estas traducciones encierran matices que podrían parecer eufemismos. Pero en todos los casos forman parte del dolor, de la “tristeza, de un disgusto mezclado con indignación”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario