“La verdad es que el 50% de la caída del muro de Berlín pertenece a Juan Pablo II, el 30% a Solidaridad y Lech Walesa y solo el 20% al resto del mundo. Esa era la verdad entonces y es la verdad ahora”, decía Walesa en 2009. Walesa, líder político polaco y cofundador del partido Solidaridad, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1983. Para Walesa, antes del pontificado de San Juan Pablo II “el mundo estaba dividido en dos bloques” y “nadie sabía cómo deshacerse del comunismo”.“En Varsovia (Polonia), en 1979, él (San Juan Pablo II) simplemente dijo: ‘No tengan miedo’, y luego rezó: ‘Que tu Espíritu descienda y cambie la imagen de la tierra… de esta tierra’”. El movimiento Solidaridad, bajo el liderazgo de Walesa y con la inspiración del Papa, llegó a aglomerar a más de un tercio de los trabajadores de Polonia y tuvo un papel clave en el fin del comunismo en ese país y luego en la URSS.
El historiador británico Timothy Garton Ash, un agnóstico liberal, indicó que si bien “nadie puede probar de forma concluyente que él (San Juan Pablo II) fuera la principal causa del fin del comunismo”, “las figuras más importantes en todos los bandos”, entre ellos el fallecido expresidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, “están de acuerdo en que lo fue”. “Sin el Papa polaco, no hubiera habido la revolución de Solidaridad en Polonia en 1980; sin Solidaridad, no se habría producido ningún cambio dramático en la política soviética hacia Europa oriental bajo Gorbachov; sin ese cambio, no hubiera habido revolución de terciopelo en 1989”, en Checoslovaquia.
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