Xi Jinping |
Una “Iglesia Católica independiente” y sometida al partido comunista chino es la condición puesta por el presidente Xi Jinping para que los católicos puedan vivir en China. Para los católicos subterráneos una “Iglesia independiente” es inaceptable, dado que el partido entiende tal “independencia” también como una separación de la Santa Sede y de la Iglesia universal. Desde hace meses las autoridades chinas realizan amenazas a los sacerdotes para que se adhieran a los deseos del partido comunista.
Monseñor Guo con el Papa Francisco |
Desde el 9 de noviembre pasado, Monseñor Guo, de 61 años está bajo vigilancia de 2 guardias de la seguridad pública. Continuamente, varias personalidades fueron a verlo a su sede de Luojiang para convencerlo a que firme la adhesión a la política del partido.El partido quiere también que, después de la firma, el obispo participe en un encuentro del clero “independiente” de Fujian, que se está desarrollando en Xiamen. El encuentro dura hasta el 15 de noviembre. El proyecto del Partido es el de mostrar la sumisión de Mons. Guo para debilitar la resistencia de los sacerdotes subterráneos, que son la mayoría del clero de la diócesis. El obispo fue obligado a subir a un automóvil por la fuerza para llevarlo a Xiamen, pero por la oposición del obispo, la policía decidió después de llevarlo a Ningde someterlo a nuevos “convencimientos”. Al final fue trasladado a la nueva curia del obispo oficial, Mons. Zhan Silu. Según fuentes locales, la policía “espera que Zhan lo convenza a firmar”. Mas tarde, Mons Guo pudo escaparse de la curia de Ningde y volvió a su casa en Luojiang. Sus fieles están seguros que la policía vendrá pronto a buscarlo.
Cristianos chinos perseguidos. |
Mons. Guo no está reconocido por el gobierno chino porque no se ha adherido a la “Iglesia independiente”. El obispo se niega a adherirse a los deseos del Partido Comunista de China en unión a otros muchos sacerdotes que son perseguidos.
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