Stalin sentía rencor por Lenin, escribe el historiador Moshe Lewin. La falta total de respeto de Stalin hacia Lenin, que acabaría tornándose en odio, fue una consecuencia indirecta de su rencor obsesivo hacia Trotsky. Lo que más enojaba a Stalin era que el nombre de Trotsky estuviera vinculado al de Lenin, algo de lo que este último jamás renegó en público.
La profunda hostilidad que Stalin sentía por Lenin no emergió hasta los últimos días de la vida del segundo, cuando Stalin ya había asumido casi por completo el mando, dice Lewin,. Una ofensiva frontal contra un Lenin sano no se habría correspondido con el carácter calculador y cauto de Stalin, pero las cosas cambiaron con la enfermedad de Lenin, de cuyos detalles Stalin estaba plenamente al corriente.
Es posible que Fotieva, la secretaria de Lenin, informara a Stalin de cualquier documento que su superior le dictaba, a pesar de que había órdenes para que permanecieran en secreto. No cuesta imaginar la reacción de Stalin cuando supo que Lenin quería destituirlo de su cargo y, tal vez, acabar asimismo con su carrera política. Stalin, éste lo supo al mismo tiempo que el Politburó, a partir del texto que Lenin les trasladó en vísperas del XII Congreso del Partido. Lenin solicitaba la destitución de Stalin y explicaba los motivos. Sin embargo, fue entonces cuando Lenin quedó totalmente incapacitado y ya no se le pudo consultar nada más. Sólo el Politburó conocía la petición de Lenin; no fue hasta treinta y tres años más tarde cuando Jrushchov dio a conocer el texto al pueblo soviético.
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