Según el estudio del think tank Civismo, firmado por Javier Santacruz, "no deflactar las tarifas del IRPF es una trampa que cuesta 430 euros a los contribuyentes".
Civismo recuerda que "uno de los principios tributarios básicos es el de capacidad de pago, según el cual el contribuyente paga impuestos en función de su capacidad de generar rendimientos. Sin embargo, dicha capacidad de pago puede verse alterada por el fenómeno de la inflación".
"Para corregir ese efecto, el Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas contempla la deflactación de las tarifas del IRPF. Pese a este mandato legal, la Agencia Tributaria no ha aplicado estas correcciones desde 2.008, salvo en el caso de las Haciendas de Navarra y País Vasco", destaca el informe.
Si ponemos en relación la base imponible deflactada con las tarifas que se vienen aplicando, vemos que el esfuerzo en el IRPF está inflado un 3,45% desde 2008. Y es que, a pesar de que los precios cayeron levemente en los últimos años, la inflación acumulada desde el estallido de la crisis sí ha reducido el poder adquisitivo de los españoles en 3,45 puntos porcentuales”.
En términos monetarios, hablamos de un mordisco adicional de 430 euros.
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