Friedrich Nietzsche |
Friedrich Nietzsche aceptó de todo corazón la noción de que el ateísmo es una condición previa y necesaria para el avance del pensamiento filosófico. Nietzsche fue su propio dios, su propio padre y su propio héroe. Una tarea más que formidable para cualquiera.«¡Oh,soledad! ¡Mi hogar, la soledad! ¡De qué tierna y bendita manera me habló tu voz!». Nietzsche rechazó el cristianismo y tomó la senda que le llevaría al humus primitivo y de allí al manicomio.
En Zarathustra, Nietzsche exclama: “¡Mejor no tener Dios, mejor crear el propio destino, mejor ser un loco, mejor ser Dios uno mismo!”.
Como destacaba Jacques Maritain “el ateísmo es algo que no puede ser vivido”. El bien al que aspiramos, el objeto natural de la voluntad humana, es la bondad en sí misma, no la realización de nuestro ego. El ateísmo ata a la persona. Rechaza la pura bondad, que es el verdadero objeto de la voluntad, y la sustituye por un bien ilusorio.
Jacques Maritain |
Ser el dios de uno mismo no es algo heroico. Es una actitud estúpida y autodestructiva, sigue diciendo el filosofo Jacques Maritain,y lo es porque, esencialmente, es irreal. El heroísmo genuino tiene lugar dentro del mundo de lo real. El verdadero valor exige algo más que adoptar una pose. “Pues toda voluntad, incluso la más perversa, desea a Dios aunque no lo sepa”, argumenta Maritain. Es más, ninguna rebelión contra el orden del Creador puede jamás ser verdaderamente creativa, sino que, en última instancia, acaba en la destrucción, de modo que «toda experiencia absoluta de ateísmo, si se sigue de forma consciente y rigurosa, acaba provocando su disolución física, acaba en suicidio”.
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