Richard M. Weaver |
Para Richard M. Weaver “está en la naturaleza del egoísmo el considerar las cosas fuera de contexto y sin proporción: el “yo” dominador es una lente que distorsiona el universo. En realidad, una manifestación más del extrañamiento de la realidad. Ningún hombre capaz de establecer relaciones ab extra puede ser egoísta, pero quien sólo conoce a su persona acaba sufriendo un auténtico trastorno de sus facultades. Platón lo supo: El excesivo amor del yo es en realidad el origen de todos los pesares del hombre, y al amante ciega en su juicio del amado, pues juzga erradamente sobre lo justo, lo bueno y lo honorable, y piensa que siempre ha de preferir a la verdad su propio interés. Así, pues, el ensimismamiento es un proceso que consiste en divorciar el propio yo de la realidad “real” y, por ende, de la armonía social”.
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