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lunes, 14 de julio de 2025

Al leer la historia se olvida que su contenido se limita al contorno de las cosas y no a su esencia

Escribe Sebastian Haffner en Historia de un alemán que “al leer la historia se olvida que su contenido se limita al contorno de las cosas y no a su esencia, uno siempre se siente tentado a creer que la historia se desarrolla entre unas docenas de personas que son quienes rigen el destino de los pueblos. El reto son en el mejor de los casos objetos de la historia sin saberlo.”
“Sin embargo las decisiones y los acontecimientos realmente importantes tienen lugar en los seres anónimos, y ante estas decisiones masivas y anónimas, cuyos responsables a menudo no son conscientes de estar tomando, hasta los dictadores más poderosos se encuentran indefensos. Uno de los rasgos que caracterizan estos acontecimientos decisivos es que nunca resultan visibles forma de fenómeno, sino siempre son mero acontecimiento en apariencia privado que sucede en las vidas de millones de individuos.”
“Por ejemplo, ¿cual fue la causa de que el bando republicano perdiese la Guerra Civil española? Fue el hecho que el soldado republicano de pronto dejó de estar dispuesto a arriesgar su vida en cada ataque y a mantener su posición.¿Donde se produjo este cambio? En modo alguno en los encuentros masivos de soldados insurrectos, sino de forma incontrolada e incontrolable en las entrañas de cada uno de ellos.”

domingo, 13 de septiembre de 2020

El intento de aniquilar el cristianismo actúa a favor del nihilismo



En un mundo que pierde logos, la reacción en cadena del pólemos (de la guerra, de la violencia, de la agresividad de todos contra todos) gana terreno y se torna incontrolable. En un mundo que ya no cuenta con el audaz y creativo testimonio del humanismo cristológico, el politeísmo de los dioses racistas y corporativos ocupa la escena. El intento de aniquilar el cristianismo actúa sin duda a favor del nihilismo, donde quiera que se produzca. El vaciamiento de la encarnación de Dios hace retroceder la religión y la hominización, inseparablemente.


En el desierto de su abandono, el pueblo se resigna a construirse becerros de oro. Existe ya una adicción. Pero el ídolo siempre es una cosa mental. El ídolo es un símbolo, un exorcismo, incluso una pasión verdadera que se convierte en obsesión de un dios falso.