Castilla |
“Los estudios sobre Edad Media en España tuvieron como modelo las escuelas alemanas surgidas con el movimiento del Romanticismo, lo mismo que las de otros países europeos. Tales escuelas alemanas estuvieron en íntima relación con la aparición de Alemania como nación moderna en el siglo pasado. Pero en su conjunto partieron de la idea de que Prusia había sido la creadora de la nueva nación. Esta simple idea la adoptaron inmediatamente todos los historiadores europeos. Y para los franceses su patria se habría formado gracias a la isla de Francia (París). Los italianos relacionarían el origen de su nación con el Piamonte. Y así los demás países. En España la generación de historiadores del 98, lo mismo que los literatos, tuvieron que buscar el correspondiente paralelismo nacionalista. Y así desarrollaron el “mito de Castilla”. Es sencillamente una regla de tres: “Prusia es a Alemania como Castilla es a España.” Así aparece una España cidiana, monárquica, nobiliaria, clerical y que desdeña a la burguesía, porque según el adagio medieval “las cabras paren cabritos, pero el dinero no pare dinero”. Y así frente a la “otra España”. Y, naturalmente, el Cantar de Mío Cid tenía obligación de ser un poema castellano. Tanto más cuanto que iba a servir para crear una serie de nuevos mitos, como el de la historicidad de la épica castellana. La épica europea estaría informada por la fantasía; la castellana, por la más pura Historia”, narra Antonio Ubieto Arteta, Catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Valencia.
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