Existe un aumento cada vez más desmesurado de las cookies en nuestro navegador, que registran prácticamente todo lo que hacemos al utilizar Chrome, Safari, Opera o incluso Firefox. Cientos y cientos de webs conocen a la perfección todos nuestros hábitos de navegación, nuestros intereses e incluso las horas a las que nos conectamos a internet, una información a todas luces desmedida que, además, suele compartirse con muchos otros terceros de los que, en la mayoría de los casos, no sabemos ni quiénes son. Todo esto se agrava en los smartphones, donde apps con hábitos depredadores de datos privados como Facebook o Instagram se apropian prácticamente de toda la información que tenemos en nuestro teléfono. Por eso, a la hora de instalar algunas de estas apps se nos solicita el acceso a la cámara, las fotografías, los micrófonos, los mensajes de texto, la ubicación, y muchos otros datos que realmente no deberían estar en manos de empresas o desarrolladores de apps de los que no sabemos prácticamente nada.
Los peligros a los que nos exponemos al facilitar nuestros datos privados allá donde vamos son extensos y van mucho más allá del mero hecho de recibir publicidad no deseada en casi cada página web que visitamos. Al facilitar información como nuestra ubicación, nuestros intereses y nuestros datos personales, nos exponemos a ciberataques como el phishing e incluso al acoso. Toda la información que compartimos online puede volverse en nuestra contra, de ahí que sea tan importante tomar las precauciones necesarias para protegernos en la red.Tus dispositivos pueden estar infectados por malware capaz de recopilar tus datos privados y enviarlos a terceros. Recuerda tener siempre instalado un antivirus profesional y escanear tus dispositivos de forma regular para prevenir este problema y eliminar cualquier forma de malware que puedas tener en tus equipos.
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