martes, 2 de marzo de 2021

Es posible romper la genealogía del mal

Pecado original

Hay quien duda del pecado original, a pesar de que Chesterton diga que es la única doctrina del cristianismo que no necesita fe para poder creerse. Es David quien dice en el Salmo 51 que ya “en pecado, me concibió mi madre”. Esto no es una expresión poética. Se trata de la “genealogía del mal”.


Jeremías.

A Rosseau le gustaba pensar que era la sociedad la que le corrompía, pero como dice Voltaire: “¡Vaya con la inocencia de Rousseau!”. A pesar de abandonar a su familia, entregando sus hijos a la inclusa, seguía pensando que era una buena persona. Siempre pensamos que somos mejores de lo que somos. Por eso dice el profeta Jeremías que “engañoso es el corazón más que todas las cosas”.


El problema del ser humano no es fundamentalmente intelectual, que no conoce, ni sabe lo incorrecto. Es una cuestión moral, que supone una culpa que no es simplemente psicológica, sino una realidad objetiva, por la que necesitamos perdón, escribe José de Segovia. 



Michael Corleone duda que haya redención para su culpa en el Epílogo de El Padrino. La sorpresa del Evangelio es que lo que es “imposible para los hombres, es posible para Dios”. Esa es nuestra única posible liberación de las sombras que moran en nuestro corazón. Es posible romper la “genealogía del mal”.

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