António Manuel de Oliveira Guterres, secretario general de las Naciones Unidas |
El 22 de enero de 2021 entró en vigor el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), adoptado por 122 países en Naciones Unidos en 2017. Hasta la fecha lo han firmado 86 Estados y 51 lo han ratificado.Esta iniciativa de la sociedad civil fue apoyada por la aplastante mayoría de los países, a excepción de aquellos que poseen armas nucleares y sus aliados. Algunas voces afirman que el nuevo tratado no tendrá efecto alguno sobre el desarme nuclear.
Sergei Lavrov, ha rechazado que Rusia firme el Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares |
Los Estados dotados de armas nucleares han reaccionado con un silencio ensordecedor o manifestaron su consternación. El tratado es el resultado de las conferencias internacionales sobre las consecuencias humanitarias de una explosión nuclear y de semanas de debates en Ginebra. La mayoría de los Estados que poseen armas nucleares boicotearon estas reuniones y se opusieron a las negociaciones en Nueva York. Sostenían que su derecho legítimo a poseer armas nucleares estaba consagrado en el tratado sin limitación temporal, manifiesta Marc Finaud del Centro de Política de Seguridad de Ginebra.
El Tribunal Internacional de Justicia en 1996 manifestó que ningún uso de armas nucleares puede ser compatible con la obligación de distinguir entre objetivos civiles y militares, ni abstenerse de causar “daños superfluos o sufrimientos inútiles”. Es este enfoque humanitario el que obtuvo el respaldo de la gran mayoría de Estados.
Se estima que el mundo de hoy hay cerca de 15 mil armas nucleares. |
Los Estados dotados de armas nucleares y sus aliados afirman que el TPAN no les impone ninguna obligación, ni siquiera en virtud del derecho consuetudinario. ¿Se puede considerar entonces que las armas nucleares son ilegales? Lo serán sin duda alguna para los Estados que se han adherido al TPAN.
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