Escribe Pablo Cervera que en los últimos ciento cincuenta años, la Virgen ha ido incrementando su presencia en China, como anticipando la futura potencia del país y la necesidad de la presencia en él de una fe activa y militante. Como así ha sucedido, con la resistencia heroica de los católicos chinos a la persecución comunista, a la trampa de la Iglesia Patriótica cómplice y los cambios, en ocasiones sorprendentes, de la diplomacia vaticana.
Católicos rezando fuera de las iglesias cerradas por el Gobierno en China |
Hoy en China hay diez millones de católicos, apenas un 0,7% de la población pero una base firme para su evangelización. Algo que el régimen de Xi Jinping ha entendido bien, recrudeciendo en los últimos años la persecución contra los cristianos.
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