jueves, 20 de abril de 2017

Ver a Dios.


Un compañero me pregunta, con la candidez del agnóstico, si se puede ver a Dios. Te contesto con palabras de Benedicto XVI: “A Dios se le puede ver con el corazón, la simple razón no basta. Para que el hombre sea capaz de percibir a Dios han de estar en armonía todas las fuerzas de su existencia. La voluntad debe ser pura y, ya antes, debe serlo también la base afectiva del alma, que indica a la razón y a la voluntad la dirección a seguir. El corazón, la totalidad del hombre, ha
Teófilo de Antioquía 
de ser pura, profundamente abierta y libre para que pueda ver a Dios. Teófilo de Antioquía lo expresó del siguiente modo en un debate: Si tú me dices: muéstrame a tu Dios, yo te diré a mi vez: muéstrame tú al hombre que hay en ti. En efecto, ven a Dios los que son capaces de mirarlo, porque tienen abiertos los ojos del espíritu. El alma del hombre tiene que ser pura, como un espejo reluciente”.

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