El juego intrincado y desconcertante de la política.
En la política y en la vida, las medianías e insinceridades siempre causan más daños que las decisiones enérgicas y claras.
Sin embargo lo que le gusta al político es el juego intrincado y desconcertante de la política y la intriga, el arte de la combinación; no le interesan los rígidos principios, la religión y la patria, el rey y el reino, sino el arte de tener una mano en todas partes y atar o soltar los hilos a su capricho.No es ni verdaderamente leal ni verdaderamente desleal. Servirá a su país siempre que tenga éxito y seguramente lo abandonará al llegar el peligro. En estas abigarradas veletas se puede distinguir si el viento es favorable o desfavorable. Un verdadero político únicamente sirve a su suerte.
Un verdadero político únicamente sirve a su suerte.
En la política y en la vida, las medianías e insinceridades siempre causan más daños que las decisiones enérgicas y claras.
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