La audaz acción del presidente Trump hará más fácil que Estados Unidos haga cumplir lineas rojas.

La respuesta de Obama al ataque químico de Assad en 2013 fue un estrepitoso fracaso.El presidente Obama terminó abandonando el ataque planeado a favor de un compromiso de Assad por parte de los rusos de desmantelar su arsenal de armas químicas. Llevó a los gobiernos sunníes a incrementar su apoyo a los islamistas militantes y allanó el camino para la intervención militar de Rusia al año siguiente.
El presidente Trump parece haber aprendido todas estas lecciones tras el ataque químico del régimen sirio contra una ciudad controlada por los rebeldes en la provincia de Idlib. Actuó unilateralmente, sin esperar ni solicitar la participación de otras naciones. Actuó rápidamente, con ataques aéreos en menos de tres días.

Gregg Roman, director de Middle East Forum,un centro de investigación con sede en Filadelfia, opina que aunque la acción militar de Trump fue tan limitada como los ataques aereos del gobierno de Obama hace cuatro años, es muy probable que sea mucho más efectiva para alcanzar sus objetivos. Ademas de enviar un claro mensaje al régimen de Assad de que Estados Unidos no vacilará en castigar el uso de armas químicas, la acción de Trump señala inequívocamente a otros estados en posesión de armas no convencionales que los Estados Unidos responderán con la fuerza a su uso. Al eliminar la mancha del vergonzoso manejo de Obama del ataque de Ghouta en 2013, la audaz acción del presidente Trump hará más fácil que Estados Unidos establezca y haga cumplir lineas rojas con respecto a otros adversarios en una serie de otras cuestiones sin tener que recurrir a la fuerza.

La asombrosa reacción favorable a la acción en todo el mundo subraya que el liderazgo americano audaz y actuar con determinación es la forma de ganar amigos, dice Gregg Roman, no el multilateralismo y las buenas maneras diplomáticas