Seguimos oyendo criticas contra la Iglesia con respecto a su comportamiento en defensa de los judíos durante la persecución nazi. La verdad es que ya empieza a aburrir tantos comentarios falsos.Voy a contar la actitud de la Iglesia en Roma durante la persecución.
Theodor Dannecker. |
Himmler envió a Roma a un especialista en redadas contra los judíos, Theodor Dannecker. Advertido por el embajador, Pío XII ordenó entonces la apertura de los lugares de culto. A primeros de octubre, los judíos comenzaron a buscar refugio en los conventos, en los monasterios y en el seno de familias italianas amigas.
El rabino Zolli (1.881-1.956), que fue Gran Rabino de Roma durante la segunda guerra mundial. recuerda “que la población de Roma detestaba a los nazis y tenía una intensa compasión por los judíos. El Santo Padre mandó una carta que debería ser consignada personalmente a los obispos, en la cual disponía suspender la clausura en vigor en el interior de las casas religiosas para que pudieran convertirse en refugio para los judíos. Conozco un convento donde las monjas dormían en la bodega para dejar a los judíos sus lechos”.
Padre Pierre Blet. |
Escribe el Padre Pierre Blet (1.918-2.009) que los conventos e institutos religiosos parecían gozar de una misteriosa inmunidad, para desgracia de los individuos que denunciaban a cambio de oro sonante a los judíos que se encontraban escondidos.
En aquel periodo tormentoso,añade el rabino Zolli, la gran obra asistencial de San Rafael para los emigrados fue transferida de Berlín a Roma bajo los auspicios de la Santa Sede, y se dedicó exclusivamente a proteger a los judíos perseguidos; fueron miles lo que sacaron provecho. Fue transferida a Roma también la obra judía la Desalem,y se consiguió hacer llegar a sus correligionarios ayudas de decenas de millones; todo gracias a la intervención eficaz del Vaticano y de los hombres de Iglesia que se encargaron de ello, con gran riesgo personal.
Rabino Israel Anton Zoller. |
El rabino Israel Anton Zoller, a modo de síntesis, escribirá en su Antisemitismo de 1.945: “La obra extraordinaria de la Iglesia a favor de los judíos de Roma es sólo un ejemplo de la inmensa ayuda desarrollada bajo los auspicios de Pío XII y de los católicos de todo el mundo, con un espíritu de humanidad y de caridad cristiana incomparables. La descripción de esta obra en toda su vastedad constituirá una de las páginas más refulgentes de la historia humana, un verdadero triunfo de la luz que emana de Jesucristo”.
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