martes, 11 de mayo de 2021

El presidente Xi ha utilizado el ya rígido sistema político para reforzar el control


El presidente Xi ha utilizado el ya rígido sistema político de China para reforzar el control sobre casi todos los aspectos de la sociedad, y tras 10 años de mandato (ahora sin límites), es el panorama de los medios lo que ha surgido como el campo de batalla definitorio. El "Documento número 9", una supuesta filtración de alto nivel, identificó desde el principio los principales objetivos de esa lucha que son los "valores occidentales", incluida la libertad de prensa. Cualquier periodismo extranjero que exponga verdades sobre la situación en Xinjiang, que cuestione el manejo de China del coronavirus y sus orígenes, o que dé voz a los opositores sobre los planes autoritarios para Hong Kong, ahora está en la línea de fuego.

Al mismo tiempo que el espacio para el periodismo extranjero se está reduciendo en China, el Partido Comunista ha estado invirtiendo fuertemente en su estrategia de medios en el extranjero, aprovechando al máximo el fácil acceso a medios libres y abiertos. Sus diplomáticos desatan tormentas de tuits, criticando los informes extranjeros, mientras niegan a sus propios ciudadanos el acceso a esas mismas plataformas foráneas. Es una estrategia intensiva y coordinada en múltiples plataformas, como lo documenta un informe de investigadores del Instituto Australiano de Política Estratégica. Los propagandistas de los medios estatales publican y publican su contenido en el extranjero sin restricciones, mientras que en casa, China restringe los informes independientes, censura las transmisiones y sitios web extranjeros y bloquea a los periodistas foráneos en sus propias redes sociales.

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