Una buena manera de manejar la ira, la frustración y otros sentimientos negativos de las personas, es ayudarles a que se desahoguen. Se obtiene un gran alivio psicológico mediante el sencillo procedimiento de expresar las quejas. La mejor estrategia mientras la otra parte se desahoga es escuchar en silencio, sin responder a sus ataques, y pedir
que continúe hasta terminar. De esta manera, se minimiza su apoyo a los aspectos explosivos, permite que se desahogue hasta el final, y deja poco o ningún residuo de aquellos aspectos que puedan inflamarse. No hay que reaccionar ante un estallido emocional. El desahogo de las emociones puede ser peligroso si conduce a una reacción desmedida, es decir, a una turbación del ánimo. Si tal desbordamiento no se controla, puede resultar en una riña violenta, manifiestan Roger Fisher y William Ury.
Todo enamorado sabe que para poner fin a una pelea, el gesto sencillo de traer una rosa roja es muy efectivo. Actuaciones que pueden producir un impacto emocional constructivo en la otra parte, con frecuencia implican un pequeño o ningún costo para la otra. Una nota de pésame, una manifestación de condolencia, una visita al cementerio, un sencillo regalo para un nieto, darse la mano o un abrazo, una comida juntos, todos estos actos pueden ser oportunidades valiosas para mejorar una situación emocional hostil a poco costo. En muchas ocasiones, presentar una excusa puede efectivamente suavizar los ánimos, aun cuando usted no quiera reconocer su responsabilidad personal en la acción ni admitir la intención de hacer daño. Presentar excusas es, pues, una de las inversiones mejores y menos costosas que usted puede hacer.
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