martes, 2 de diciembre de 2025

El juez es juez hasta que accede a la política


Algunos jueces han colgado temporalmente su toga para dedicarse a la política. Que un juez cuelgue la toga y ostente otro cargo público por vía política es razonable hasta cierto punto, que es precisamente su reincorporación a la judicatura, que debería prohibirse, y ello porque la política suele configurar peajes, favores y beneplácitos, con lo que una vez que se cuelga la toga para estos menesteres, debería perderse para siempre, al menos para volver a impartir justicia. El juez es juez hasta que accede a la política ya que en este ámbito  pierde  independencia,  y aunque pretenda volver a recuperarla con su reingreso, resulta utópico dado que el justiciable verá  un juez con logo, afirma Jaime Company.
La falta de independencia adquiere su máxima expresión cuando el debate jurídico deja de fundarse en Derecho, escribe Company, cuando se aparta la sana crítica y cuando se confluyen elementos subjetivos.Cuando la independencia se transforma en injerencia, la justicia deja de ser justicia y el Estado deja de ser democrático. La solución es dejar a un lado la apariencia y sentar las bases, con propuestas firmes, con denuncias públicas desde cualquier vertiente y con hechos ciertos, no es suficiente citar reiteradamente normas que no se cumplen.


La tutela de la libertad de conciencia constituye un interés público

La tutela de la libertad de conciencia, por ser un derecho fundamental, constituye un interés público de la máxima importancia, y su garantía es responsabilidad del Estado y de la comunidad internacional. Existe obligación de proteger la libertad de conciencia de cada persona no porque se consideren razonables sus valores morales, sino porque la conciencia es un ámbito de autonomía personal que es en principio intangible, y las injerencias en él sólo son justificables por razones de estricta necesidad….La multiplicación de conflictos entre conciencia y ley es probablemente síntoma de un fracaso del legislador, cuando rehusa o es incapaz de percibir la dimensión ética de las reglas jurídicas, de tener en cuenta la diversidad religiosa y ética de la sociedad, y de adoptar un planteamiento verdaderamente inclusivo que prevenga, o al menos minimice, la posibilidad de que los ciudadanos que valoran su propia conciencia encuentren moralmente imposible obedecer algunas prescripciones legales.
Si tal cosa sucede, los tribunales deben aceptar la responsabilidad de rectificar las deficiencias del legislador, y solucionar esos conflictos desde la perspectiva del conflicto entre derechos, mediante un proceso de ponderación que tome como punto de partida la obligación de dar la máxima protección posible a la libertad de conciencia, y exija que toda restricción de esa libertad, también cuando es resultado de leyes “neutrales” que persiguen un fin legítimo, se justifique como estrictamente necesaria, y no sólo útil o conveniente, escribe Javier Martínez-Torrón, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense.

lunes, 1 de diciembre de 2025

El esfuerzo del idealismo internacional por mantener unido el mundo se halla muy debilitado


“Vivimos una época terrible de guerra y rumores de guerra... No hay duda de que el esfuerzo del idealismo internacional por mantener unido el mundo... se halla muy debilitado y ha perdido la ilusión. Podríamos decir que no funciona demasiado bien... Si de verdad queremos hacer patentes los horrores ele la destrucción y del simple asesinato sujeto a disciplina, debemos verlos sencillamente como un ataque dirigido contra el mundo y contra, la familia humana; y sentir con respecto a Hitler lo mismo que respecto a Herodes.” Estas palabras fueron escritas por G. K. Chesterton en uno de sus habituales artículos navideños a finales de 1935, seis meses antes de su muerte. 


El superhombre

Al igual que Narciso, los superhombres se quedan absortos contemplando su propia belleza. Narcisistas que se miran al ombligo y se obsesionan con su grandeza, su inteligencia superior y su glorioso destino.No nos equivoquemos, la persona que cree en la teoría del superhombre realmente cree que pertenece a la élite. El narcisista nietzscheano, como un adolescente masturbador, está enamorado de sí mismo y de nadie más. Las viejas decían que la gente así acababa volviéndose loco y justamente eso es lo que le sucedió al pobre Nietzsche. Pero lo más inquietante es que sus profecías se han hecho realidad. Asesinamos a millones de personas mediante el aborto por razones que suenan bien, que son utilitarias, pero que en última instancia son egoístas. Marchamos bajo estandartes revolucionarios proclamando un mundo nuevo y feliz que gira en torno a nuestras ideologías egocéntricas. 
Nietzsche consideraba que su übermensch estaba por encima de la ley. Como la mayoría de los locos, veía la realidad al revés. En lugar de estar por encima de la ley, el superhombre está por debajo de la ley. Porque se considera superior, es inferior. Cuando un hombre se comporta como un narcisista, no se eleva por encima de la humanidad común, sino que se rebaja al nivel de la bestia instintivamente interesada sólo en sí misma. Por lo tanto, no es más que humano, sino menos que humano. El narcisista nietzscheano se aísla de la sociedad, de la familia, de los amigos y del amor. Lo único que rompe este ciclo de autoadoración es el amor sacrificial, pero el amor sacrificial es lo único que el narcisista no puede comprender y de lo que es incapaz. Nietzsche despreciaba las virtudes cristianas de humildad, el servicio y el autosacrificio y las consideraba como una debilidad. Lo que no comprendió es que el verdadero ejercicio de estas virtudes requiere una fuerza sobrehumana. En lugar de rebajar al hombre, el amor sacrificial es lo que lo eleva de simio a ángel. El verdadero superhombre es el hombre humilde y penitente. Los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos. 


Referencia: Dwight Longenecker en The Imaginative Conservative

domingo, 30 de noviembre de 2025

Un panorama de la presencia de los católicos en todo el mundo


La Agencia Fides ha publicado su Anuario Estadístico, que ofrece un panorama de la presencia de los católicos en todo el mundo. Según sus datos, en el mundo hay 1.405 millones de católicos, casi 16 millones más que el año precedente. África sigue siendo el continente con mayor crecimiento, aunque el aumento se registra en los cinco continentes, incluida Europa, donde se invierte la tendencia a la baja observada en años anteriores. De este modo, el porcentaje global de católicos sube ligeramente hasta el 17,8% de la población mundial.
La Iglesia católica gestiona 74.550 escuelas infantiles con 7,6 millones de alumnos, 102.455 escuelas primarias que acogen a 36,1 millones y 52.085 institutos de secundaria con 20,7 millones de estudiantes. Además, 2,6 millones cursan estudios en institutos superiores y 4,4 millones en universidades católicas. 
En el ámbito social y sanitario, la Iglesia administra 103.951 instituciones. 5.377 hospitales, 13.895 dispensarios, 504 leproserías, 15.566 casas para ancianos o discapacitados, 10.858 centros para niños, 10.827 consultorios matrimoniales, 3.147 centros de educación o reeducación social y 35.184 instituciones de otro tipo.

Los principios eternos de la religión que siempre permanecen inmutables

Robert Hugh Benson 
Para los anglicanos, cuya teología es básicamente irracional, y entre quienes la Autoridad es en la práctica inexistente, resulta normal colocar el centro de gravedad en las Emociones y “confundir ...la imaginación con el alma”. En su opinión, la razón ha de ser constantemente suprimida incluso de su esfera legítima; el centro lo ocupará principalmente la voluntad. Al poner el énfasis en la razón y la voluntad (los aspectos de la espiritualidad, en oposición a las emociones, capaces de ser aprehendidos objetivamente), Robert Hugh Benson se estaba haciendo eco de la misma cadena lógica que él mismo había seguido durante su retiro de noviembre de 1902. Fue entonces cuando contrastó la causa subjetiva de una emoción, más concretamente, la depresión, con la naturaleza objetiva de la verdad: “los principios eternos de la religión” que siempre permanecen inmutables. Un aspecto en el que coincidía plenamente con Chesterton y Belloc, quienes también hacían hincapié en la primacía de la razón cuando se trata de aprehender la verdad espiritual.
Paradójicamente, entre sus más profundos sentimientos no se incluía ninguna atracción emocional por parte de aquello hacia lo que, sin embargo, sí se veía intelectualmente arrastrado: “Comprendí perfectamente que era tan humana como divina, que dentro de sus muros se habían cometido delitos; que las formas, las costumbres y el idioma de sus ciudadanos serían distintos de los de la querida y familiar ciudad de la que yo procedía; que allí me encontraría con dificultades, con maneras poco conocidas, incluso con recelos y reproches. Pero que, a pesar de todo, era divina…”.

Referencia: Escritores conversos (Joseph Pearce)

El wokismo


Nacida en los campus universitarios norteamericanos, la ideología Woke utiliza las injusticias sufridas por las minorías sexuales o raciales como pretexto para deconstruir metódicamente la civilización occidental. El wokismo no es más que la aplicación de la lucha de clases marxista a todas las relaciones humanas, y el objetivo es el mismo que el del comunismo, subvertir el orden social y destruir los restos de la civilización cristiana. El wokismo no es una ideología abstracta que concierne exclusivamente o principalmente a los círculos académicos en los que nació. De hecho, es un veneno lento que se propaga por todas partes y no perdona a nadie. En nombre de la lucha contra el racismo, el calentamiento global, la homofobia o la desigualdad de género, se lava el cerebro a los niños y esto no perdona ni siquiera al mundo católico.
Según una encuesta de IFOP de noviembre de 2020, casi una cuarta parte de los jóvenes franceses de entre 18 y 30 años no se sienten ni hombre ni mujer. Una encuesta de Ipsos de junio de 2023 confirma esta tendencia; el 22% de los franceses nacidos después de 1997 se declaran LGBT. En TikTok, la red favorita de los adolescentes, los vídeos sobre estilos de ropa no binarios o andróginos reciben millones de visitas en Francia. Y la red social Yubo, que se presenta como un sitio de amistad para jóvenes de entre 13 y 19 años, ha decidido incorporar treinta y cinco matices de género a su aplicación. Sus miembros pueden definirse como agénero, poligénero o simplemente cuestionador de género para los más indecisos… Los organizadores del ‘Orgullo Gay’ de París, el desfile homosexual en el que el libertinaje es buena muestra, declararon a Le Figaro que se vieron abrumados por “un océano de adolescentes”. El periódico parisino dio la oportunidad a algunos adolescentes de expresar su opinión y lo menos que se puede decir es que lo que declararon fue alarmante. Juliette, de 17 años, dijo que “no se identifica como heterosexual sino como pansexual. Hombre-mujer, masculino, femenino… Hoy nos damos cuenta de que las cosas son mucho menos binarias. Uno no se puede sentir ni hombre ni mujer, o eso cambia según la época”. Cuando su padre le preguntó a Anaïs, de 13 años, si era gay, esta respondió: “¡Eres tan mayor! ¿Cómo puedes hacer una pregunta cómo esa en 2021? No importa. Soy de género fluido”….Las famosas “marchas por el clima” han sacado a las calles a miles de estudiantes de secundaria franceses, galvanizados por las profecías apocalípticas de Greta Thunberg. Estos jóvenes ya no se atreven a volar o a comer carne, convencidos de que al hacerlo estarán cometiendo un crimen contra el medio ambiente. El feminismo exacerbado del movimiento Me Too, también nacido en Estados Unidos, está provocando un profundo malestar en muchos jóvenes, sospechosos de ser violadores o abusadores sólo por haber nacido hombres. Movimientos como Black Lives Matter llaman a todos nuestros jóvenes a pedir disculpas por sus antepasados, bajo el falso pretexto de que fueron racistas y opresivos en todos los sentidos.


Los jóvenes pueden ser el principal objetivo del wokismo, pero no son los únicos… De hecho, nada escapa a los militantes que quieren deconstruirlo todo. Los seguidores del wokismo afirman querer construir una nueva humanidad. Para conseguirlo, buscan hacer tabla rasa con lo anterior. El hombre blanco, heterosexual, cisgénero, cristiano y carnívoro es el que debe ser erradicado de la faz de la tierra. Piden su cabeza, activistas antirracistas, homosexualistas y transgénero, feministas y anti especistas. Por supuesto, la probabilidad de que esa cabeza acabe en la punta de una pica es remota. Tampoco podemos imaginar que la mitad del mundo occidental sea enviado a los Gulags. Sin embargo, en nombre de la benevolencia y la justicia, un nuevo totalitarismo amenaza al otrora mundo cristiano.

Referencia: Libro de la asociación francesa Avenir de la Culture, La revolución Woke llega a Francia.