Soldados vietnamitas presentan a ciudadanos sobre el riesgo de la trata de personas |
Según la Corte Suprema de Vietnam, hay por lo menos 63 provincias afectadas por casos de trata de personas. Entre 2013 y 2017, más de 3 mil víctimas cruzaron las fronteras, el 90% de ellas en dirección a China. El 90% son mujeres o niñas de las cuales el 80% provienen de minorías étnicas. La pandemia de Covid-19 ha propagado la pobreza, empeorando la situación de este tráfico. La Iglesia Católica está comprometida en primera persona en la lucha contra el fenómeno de la explotación. En muchas diócesis se han promovido actividades, campañas de sensibilización e iniciativas de caridad en favor de las víctimas y los necesitados, valiéndose de la colaboración de especialistas y voluntarios de Cáritas.
La parroquia de Tân Khai, en la diócesis de Phú Cường ha promovido un programa destinado a las víctimas de la trata titulado "Prevenir el abuso sexual y combatir la trata de personas en la parroquia". Es un fenómeno actual y muy conocido en una realidad fronteriza (con Camboya) donde viven 13 minorías étnicas diferentes como los Stieng, Khmer, Tày, Thái y Nùng. Los promotores del programa son los sacerdotes Matthew Phạm Trần Thanh y Joseph Hoàng Đình Khái. El padre Joseph habló de las múltiples formas "de seducción" que utilizan los traficantes para atraer a las víctimas a sus redes. En particular, mujeres pobres, adolescentes que viven en circunstancias difíciles y buscan algún pequeño trabajo para ganar el dinero que necesitan para sobrevivir. El P. Khái brinda constantemente pautas y consejos a los niños y jóvenes de la parroquia, para que sepan cómo y dónde buscar información seria sobre ofertas de trabajo y eviten caer en una red de explotadores. A los que viajan al exterior, también les proporciona la dirección de embajadas, organizaciones y organismos humanitarios a los que pueden acudir en caso de necesitar ayuda, y se les entrega el número telefónico de dos personas para obtener información o mantener el contacto si se presentan problemas.
Los miembros de Cáritas de la diócesis de Phú Cường también organizan cursos de formación y sensibilización contra el tráfico de vidas humanas. “Es imposible describir los sufrimientos que padecen las víctimas. Se las obliga a la esclavitud sexual o al trabajo forzado. No tienen salario, pasan hambre, las golpean y maltratan o les extraen órganos para el mercado negro. En definitiva, no los consideran seres humanos”.
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