Eduardo Verástegui publicó en su perfil de Facebook un artículo donde muestra su esperanza de que el muro construido en la frontera con Estados Unidos pueda servir de contención a la esclavitud sexual y a la explotación infantil. En su opinión, "un muro sin puertas es cárcel, pero si las tiene puede significar progreso y orden. Si desvestimos al muro de su disfraz político y lo humanizamos quizá podamos ver sus ventajas". Una de ellas es que sirva de muro de contención al comercio de personas.
"Ser vecinos del principal consumidor de pornografía infantil y sexo con menores es alarmante, explicó. "Un negocio que solo en Estados Unidos genera más de diez mil millones de dólares al año representa, querámoslo o no, un peligro para nuestros niños mexicanos y centroamericanos. El muro es sin duda un instrumento esencial para terminar con el tráfico de niños y niñas entre México y Estados Unidos, ya que protegerá la dignidad y el futuro de cientos de miles de niñas y niños que son llevados de manera ilegal a Estados Unidos para ser vendidos como esclavos sexuales a pedófilos que abusan sexualmente de ellos hasta 15 veces al día". En ese sentido, el muro "podría ser un gran defensor de derechos humanos y gran símbolo de esperanza".
Según los datos de Unicef que menciona Verástegui, en
todo el mundo 150 millones de niñas y 73 millones de niños menores de 18 años son víctimas de la explotación sexual. "Hay que ponerse en los zapatos del niño emigrante que viene desde Centroamérica con una maletita llena de sueños que mientras van avanzando hacia los Estados Unidos se van convirtiendo poco a poco en terribles pesadillas”. "Unos mueren en el camino, otros son destrozados para tráfico de órganos, otros sufren violencia sexual y otros son secuestrados por traficantes de trata de menores".
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