viernes, 24 de agosto de 2018

Después de 1945 la reconciliación de Europa Occidental fue completa.


Si tras el primer conflicto mundial (1914-1918) las heridas nunca se restañaron bien y se mantuvieron las desconfianzas y resentimientos, después de 1945 la reconciliación fue completa, Alemania e Italia se hicieron países democráticos, y ya nadie pudo suponer que podían repetirse en ningún momento las viejas y tradicionales enemistades de antaño. Este espíritu de reconciliación y cooperación, que acabaría generando la Unión Europea, fue fundamental a la hora de explicar el sorprendente paso de la ruina a la prosperidad. Otro secreto de la paz interior que vivió desde entonces Europa Occidental fue su evidente sentido de justicia social. Para evitar que los países pudieran caer en la órbita comunista, pero también como consecuencia de ese espíritu solidario de los europeos en el ámbito de sus propias sociedades, se generalizaron los seguros sociales, la intervención del Estado en los problemas económicos, la regulación de los salarios, la lucha contra las grandes diferencias y los abusos de ellas derivados, resultando de todo ello una nueva concepción que trataba de unir, como pocas veces se había intentado antes, la libertad con una relativa igualdad. 


Ludwig Erhard
El ministro de economía de la República Federal Alemana, Ludwig Erhard, daría cuerpo al concepto de “economía social de mercado” en virtud del cual, sin menoscabo de la libertad económica propia de las sociedades capitalistas, el Estado influiría en la marcha de las relaciones entre capital y trabajo para procurar una mayor justicia y arbitrar soluciones que, sin disminuir las inversiones y la capacidad de producción, aumentasen el nivel de vida de las clases trabajadoras. Este equilibrio, siempre difícil, pero siempre intentado con cierto éxito, es distinto del más individualista propio de los americanos, sin acercarse en absoluto al sistema de economía dirigida por el Estado, sin libertad individual, propio del régimen soviético y los países satélites vinculados al comunismo, explica José Luis Comellas.

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