Vestir al desnudo no es sólo resguardar al cuerpo de la intemperie; equivale también a ayudar a una persona a mantener su dignidad. El vestido hace posible, a cada hombre y a cada mujer, presentarse convenientemente ante los demás y es, frecuentemente, reflejo de elegancia interior.
No son pocos, también en las sociedades opulentas, los que no disponen de medios materiales ni para proporcionarse ropa digna, ni para vestirse con normalidad.
No son pocos, también en las sociedades opulentas, los que no disponen de medios materiales ni para proporcionarse ropa digna, ni para vestirse con normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario