El ateísmo ha mutado, y de ser una postura minoritaria ha pasado a ser "el rasgo que define al hombre de nuestro tiempo”, opina el filósofo Carlos Alberto Marmelada. En cuestión de décadas, la sociedad ha rechazado la postura minoritaria de que Dios no existe para asumir "un fenómeno de masas" por el que "la vida se organiza sin tener ninguna referencia a Dios”, expone Marmelada. Del Dios no existe, la sociedad ha interiorizado que Dios no importa. De este modo, el filósofo concluye que "el ateísmo actual ya no es fruto de un razonamiento teórico o una inquietud intelectual" sino que consiste en "vivir sin Dios con absoluta normalidad" en la que bautiza como una "sociedad posatea”. En ella, la afirmación de que "Dios no existe" está tan asimilada que el ateísmo militante y agresivo ha desaparecido, ya que para los intelectuales ateos contemporáneos "querer probar la inexistencia de Dios sería tan absurdo como intentar demostrarla inexistencia de los gnomos o los unicornios”. El mismo Marx "no se detuvo en demostrar la inexistencia de Dios, es un presupuesto de su pensamiento", y ocurre lo mismo con Nietzsche o Simone de Beauvoir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario