lunes, 13 de febrero de 2017

La posibilidad de escoger.

Fernando Savater explica el dilema de la posibilidad de escoger en el primer capítulo de su libro Ética para Amador. Para hacerlo, Savater relata dos historias. La primera, la de las termitas blancas de África que construyen hormigueros altos y fuertes. Estas termitas tienen el cuerpo blando y sus termiteros, duros como piedras, les sirven de defensa frente a hormigas enemigas mejor armadas. Pero, a veces, por culpa de una riada o de un elefante que decide rascarse con él, el termitero se hunde. Cuando eso ocurre, las termitas obreras se ponen a trabajar para reconstruir el termitero rápidamente mientras las hormigas enemigas intentan asaltar los restos de la fortaleza. Entonces, las termitas soldado salen a defenderse del ataque enemigo. Se cuelgan de las hormigas enemigas para intentar frenar su marcha. Pero las enemigas son más fuertes y con sus poderosas mandíbulas descuartizan a las pobres termitas soldado. Las termitas obreras trabajan rápidamente y vuelven a cerrar el termitero. Pero, al cerrarlo, dejan fuera a las pobres y descuartizadas termitas soldado que se han sacrificado por la seguridad del resto. La segunda historia que plantea Savater es un tema bastante conocido. El combate de Héctor y Aquiles frente a las
Combate entre Héctor y Aquiles.
puertas de la muralla de Troya. Héctor sabe que Aquiles es más fuerte y que seguramente le acabará matando, pero aun así decide cumplir con su deber. Igual que las termitas soldado que salen del termitero, él sale de la ciudad y se enfrenta al enemigo. Homero recoge la gesta de Héctor en la Ilíada, pero ningún Homero ha recogido las gestas de las termitas blancas. ¿Por qué? Pues porque las termitas solo actúan por instinto. No hay heroísmo en su comportamiento. No tienen libertad para escoger. En cambio, Héctor toma libremente la decisión de luchar. Podría haber elegido no enfrentarse a Aquiles y no morir frente a las puertas de la muralla de Troya. Pero utilizó su libertad, escogió y asumió las consecuencias de su decisión. Murió, pero durante un breve periodo de tiempo, igual que las termitas africanas, logró frenar al enemigo.

utilizó su libertad, escogió y asumió las consecuencias de su decisión


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